En los tiempos que vivimos van apareciendo diversas experiencias educativas centradas en nuevos paradigmas educativos. Cada una de ellas, enfocadas desde diversos puntos de arranque, ponen a la persona humana como centro de la acción escolar.
Ciertamente que la escuela tradicional también pone al centro a la persona, pero cuando observamos su quehacer real se puede observar que el paradigma que controla la cotidianidad es la incorporación al modelo neoliberal.
Por esto es que se hace relevante, necesario y urgente el levantar e intercambiar todas las experiencias que desde su praxis real procuran construir una nueva praxis escolar humana, colaborativa, social y revolucionaria.
De eso se trata este espacio, de apoyar la revolución que, desde el silencio y fuera de los medios, va ocurriendo en muchas aulas de nuestro país.